Casa Capellana es una carnicería artesana familiar, fue creada el año 1920, ha pasado de generación en generación, hasta llegar a las manos de la tercera generación y actuales propietarios: Jaume Forteza, su esposa Antonia Genestra, y su hermano Raimundo Forteza.
Desde muy pequeños sus vidas giraban en torno al negocio familiar y como, de muy jóvenes, tuvieron que incorporarse a la carnicería. «De pequeños siempre vivimos el ambiente del negocio porque siempre era lo primero. Era habitual que nos dijeran: “hoy no podemos ir (a algún lugar) porque tenemos mucho trabajo ahora”, recuerda Jaume Forteza.
Siempre, lo primero era acabar y arreglar todos los trabajos pendientes, antes de irte por ahí. Entonces, cuando vives eso, lo acabas aprendiendo. Después, éramos muy jóvenes cuando empezamos en el oficio porque mi padre murió joven y tuvimos que ponernos a trabajar para ayudar a mi madre.
Nuestros orígenes se remontan a 1920, aunque antes ya había familiares de la rama materna que se dedicaban al oficio de la carnicería. «El origen de todo este negocio fue la venta de carne fresca iniciada por nuestra abuela, pero tenemos constancia de que, al menos en cinco generaciones anteriores los oficios de nuestra familia estaban relacionados con la carnicería. Es decir, que el padre de mi abuela, su abuela y su bisabuela ya se dedicaban a tocar carne», explica Jaume Forteza